Wednesday, July 17, 2013

REALIDAD CHILENA


Al caminar por las calles de  diferentes ciudades de  Chile, siempre podemos observar la presencia de perros que vagan en busca de alimento y cariño, como también en zonas más periféricas la existencia de grandes jaurías ya es parte del paisaje nacional.

Si consideramos que entre el 50% y 70% de la población canina que está en la calles sí tiene dueño, y que  la población restante alguna vez lo tuvo pero fueron abandonados, podemos inferir que estamos claramente frente a un problema de tenencia irresponsable y una falta de cultura hacia la fauna  urbana que condice muy poco con la imagen de país en vías de desarrollo que ostentamos.


En Chile, según cifras entregadas por el Servicio Agrícola y Ganadero –SAG- se estima que existe una población que supera los dos millones y medio de perros vagos. Sólo en Santiago, se estima que la población de perros en las calles asciende a más 200 mil, siguiendo en este triste ranking ciudades como Valparaíso con 12 mil y  Antofagasta con una población de 8 mil perros que deambulan por la ciudad.

Al parecer la situación de calle de los perros es la cara más visible de una realidad que va más allá del rescate o control de la población canina, aquí existe una ausencia de educación y cultura por el trato digno y respeto hacia los animales. En un país donde se ha instaurado como deporte nacional el rodeo, fiesta nacional que se basa en el maltrato y sufrimiento animal,  en donde la industria de la carne no se rige por ninguna norma, y los procesos se caracterizan por ser extremadamente crueles en los mataderos.El rol de los animalistas es esencial para dar a conocer que en Chile el respeto y derechos de los animales es un tema pendiente, ausente en las discusiones gubernamentales, invisible para miles que prefieren no ver.

A pesar del compromiso que algunas autoridades municipales han adquirido con sus comunidades a través de las jornadas de esterilización y adopción, en esta materia al parecer la autoridad no aprueba con buena nota, porque no son capaces de dar continuidad en el tiempo a estas iniciativas convirtiéndolas en normativas.
“Nuestra principal motivación es luchar por los animales, defender sus derechos. Hoy en día no existe un respeto generalizado hacia ellos, por eso es tarea de nosotros generar un movimiento serio, entusiasta y comprometido. Como organización realizamos distintas acciones tales como educación, activismo y ayuda concreta a los animales” Anyelo Soto Allende, fundador de la Sociedad Chilena Protectora de Animales –SCPA-
La labor y presencia de agrupaciones animalistas en nuestro país es primordial para lograr concientizar a las autoridades sobre la necesidad de crear leyes que defiendan los derechos de los animales y promueva la tenencia responsable.

En este sentido, la Coalición por el Control ético de la Fauna Urbana –CEFU-, fundada hace 6 años, es la entidad que reúne a más agrupaciones en el país, convirtiéndose en un nexo de comunicación e información, respaldando las acciones realizadas por sus asociados e independientes.
“El término animalista está muy manoseado en Chile, no existe una definición clara al respecto. Animalista es aquel que rescata un perro, pero también lo es quien promueve la alimentación vegana” SCPA.
Otra línea de acción que llevan a cabo, es la formación de líderes de opinión, a través de talleres en que participan los integrantes de la red.

Con el fin de entregar información coherente y actualizada sobre la legislación, dinámica de poblaciones  y control canino ético, en las jornadas de formación de líderes se comparten experiencias de trabajo y se realizan talleres de comunicación, para así lograr entregar un mensaje claro, con argumentos sólidos, sobre los derechos de los animales y protección que deben tener por parte del gobierno, como también de los ciudadanos.

El rol de CEFU como red de apoyo de las agrupaciones que la componen, es esencial para su permanencia y desarrollo, ya que entre sus lineamientos promueve el desarrollo del movimiento animalista en Chile a través de asesorías legales, siendo responsables de la defensa de los derechos de los animales a nivel judicial y legislativo, siendo este su campo de batalla predilecto.
“La maldad e ignorancia humana están en su máxima expresión. Quienes legislan en Chile están optando por medidas poco éticas e inmorales. Preferir la muerte antes que la vida y educación, es muy grave. Después de esta ley de exterminio,  que plantea la matanza indiscriminada de la fauna urbana, nuestro país no será el mismo. La política del terror legalizada se ha instalado en esta angosta franja de tierra” CEFU.
La principal deuda que tienen las autoridades con las agrupaciones animalistas, es la falta de espacios de conversación para dar a conocer las problemáticas que afectan a la fauna urbana y rural, como también la proclamación y aprobación de leyes que atentan directamente contra el bienestar y vida de los animales en Chile.

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